La cultura también se mide. El Observatorio Cultural de Fundación
Contemporánea elabora de forma semestral durante los últimos años un informe de calidad que la evalúa, teniendo
en cuenta diferentes barómetros y contando para ello con especialistas del
sector. Pero ¿Está en forma o está enferma la cultura en nuestro país?
Copando el primer puesto de la Fórmula 1 de la Cultura (datos para el último semestre de 2014) encontramos a la ciudad de Mádrid, que en los 6 años de estudio precedentes siempre se ha situado en la Pole Position de este ranking, tanto en calidad como en innovación. Instituciones de primer orden y museos reconocidos en todo el mundo son los culpables que la hacen ostentar este rango. Se llevan la palma clásicos, como El Museo del Prado, Thyssen o El Reina Sofía, que sube puestos distanciándose de los demás y arrebatándole el trono al omnipresente Prado.
Fuente: Datos extraídos de Fundación Contemporánea. Observatorio de la Cultura |
Copando el primer puesto de la Fórmula 1 de la Cultura (datos para el último semestre de 2014) encontramos a la ciudad de Mádrid, que en los 6 años de estudio precedentes siempre se ha situado en la Pole Position de este ranking, tanto en calidad como en innovación. Instituciones de primer orden y museos reconocidos en todo el mundo son los culpables que la hacen ostentar este rango. Se llevan la palma clásicos, como El Museo del Prado, Thyssen o El Reina Sofía, que sube puestos distanciándose de los demás y arrebatándole el trono al omnipresente Prado.
¿Pero a que nos referimos cuando hablamos de calidad? ¿Se puede
cuantificar realmente la calidad del arte o la cultura? ¿Deben decidirlo los profesionales
del sector o son las tendencias y el criterio del público los que lo determinan?.Y aquí es cuando viene el
problema, porque no nos ponemos de acuerdo.
Los expertos a veces no se encuentran conectados con las demandas o necesidades del público y el público por su parte parece ser más proclive a seguir las tendencias en exposiciones o actos culturales de renombre.
Los expertos a veces no se encuentran conectados con las demandas o necesidades del público y el público por su parte parece ser más proclive a seguir las tendencias en exposiciones o actos culturales de renombre.
En esta tesitura no debería igualarse calidad con largas horas de espera en las entradas de museos, porque como apuntaba el director del Museo del Prado Miguel Zugaza en el acertado artículo del diario ABC “Visitas de calidad o morir de éxito”, las colas no son sinónimo de virtud, si no un defecto”. De eso pecamos mucho en este país (y en muchos otros, no se vaya usted a creer) y aunque nos molesta sobremanera la espera en el supermercado de todo aquello que sobrepasa el minuto, si se trata de un evento cultural, esperamos. Esperamos sin saber a veces ni para qué, pero si lo hace el vecino por algo será. Otra costumbre muy española, por cierto.
Para no ahogarnos en el mar de
las estadísticas y de las elucubraciones varias, no hay nada mejor que el trabajo de campo. Nos ponemos las botas de expedición y con la excusa de
salir a comprobar el famoso ranking, nos recorremos Madrid en busca de esa excelencia
en arte y cultura que se desprende de tal lista.
EN FORMA:
Fuente datos: Fundación Contemporánea. Observatorio Cultura (Segundo semestre 2014. Muestreo de las 10 primeras en el ranking) |
El ascensor que viste de verticalidad la plaza aledaña nos
recibe como siempre imponente, esperando para llevarnos a las alturas del arte.
Aterrizó por suerte en “Sistema
Operativo”, la exposición temporal del artista Daniel. G. Andujar.
Si buscar la reflexión y la crítica en el espectador a través del arte es
calidad, Andujar debe salir muy bien parado. Un espacio que dedica una
muestra sobre la obra de un artista que visibiliza la mentira sobre la democratización
del conocimiento a través de las nuevas tecnologías, como humo vendido, como
otra forma más de capitalismo, huele a excelencia. Si crear productos ficticios
codiciados por las grandes multinacionales de la comunicación para seguir con
su brutal capitalismo tecnológico es sinónimo de sublimidad, puedes quedarte
muy a gusto subiendo al piso 3º del Reina. Mientras cientos de turistas se
agolpaban para ver el Guernica unos
pisos más abajo, yo disfrutaba a solas de la obra que critica el impacto de la
publicidad y el apropiacionismo del espacio público.
Antes de determinar si ocupar el primer puesto de este ranking de calidad era merecido o no, me detuve a cotillear en el muro creado por Andujar, lleno de fotocopias de imágenes sacadas de la web como reflexión acerca de la figura del
en fetichistas, que acumulan imágenes en
sus propios archivos del PC.
He de confesar que yo también
baje a ver de nuevo el Guernica y de
paso el Picasso (y otras
adquisiciones más) que recientemente había recibido el museo. Cerré la boca y
poco más me quedó que añadir sobre su merecida clasificación.
Al Reina Sofía le siguieron las visitas a El Prado, Museo Thyssen y Matadero Madrid (ostentando un flamante tercer puesto) y a otras instituciones como La Casa Encendida o Fundación Mapfre, que también se reflejan en los 10 primeros puestos de las instituciones mejor valoradas.
En cuanto al Museo del Prado (que ocupa el segundo puesto) , aquí no puedo ser imparcial. Amante acérrima de
Goya, tal vez por haber visto toda mi niñez “La cometa” colgada en casa de mis abuelos, visité la exposición del pintor aragonés en su
versión más madrileña con “Goya en Madrid”. No me extiendo más
lejos de decir que me fascinó observar una vez más como los rostros de sus
obras acaban convertidos en máscaras difusas que ya anunciaban el impresionismo
y la gran desilusión que supuso para él la situación de una capital y un país
venido a menos y que algunos apuntaban como un brote de demencia.
Me quedó corta la exposición y
corrí antes del cierre para ver de nuevo sus pinturas negras y comprobar que
por algo es una de las mejores pinacotecas del mundo. Doble check al segundo puesto.
Hacer cola en los Museos o
Instituciones Culturales a veces si tiene justificación.
Matadero Madrid (ocupando el sexto puesto en la lista), que acoge una exposición dedicada a conmemorar el 30 aniversario del colectivo Guerrilla Girls, se vio desbordada por la espera de centenares de personas que aguardaban para asistir a la performance de estas guerreras defensoras del arte y el más irreverente feminismo con sus armas secretas de finísima ironía y crítica mordaz.
A pesar de haber aguardado durante horas y a la intemperie la ciclogénesis explosiva de ese sábado por la tarde, muchos quedaron fuera. Pero lejos de reclamaciones, el personal visitó animado la exposición paralela que el centro acoge, esperando ver en algún momento asomar la cabeza de un gorila femenino por las naves de matadero.
Aproveché para seguir con mi trabajo de campo y preguntar por los motivos por los cúales habían aguantado el chaparrón estoicamente.
Feminismo, afinidad con el movimiento, artistas, fans enloquecidos de las Rock Start de la performance, gentes del sector, gentes del no sector, niños, familias, casados y solteros. Cada cual tenía sus razones para estar ahí, pero lo que si estaba claro es que esa muestra era necesaria, interesante y justificada. Comprendí que la situación de Matadero en el ranking no era casual, ni ninguna tontería.
Matadero Madrid (ocupando el sexto puesto en la lista), que acoge una exposición dedicada a conmemorar el 30 aniversario del colectivo Guerrilla Girls, se vio desbordada por la espera de centenares de personas que aguardaban para asistir a la performance de estas guerreras defensoras del arte y el más irreverente feminismo con sus armas secretas de finísima ironía y crítica mordaz.
A pesar de haber aguardado durante horas y a la intemperie la ciclogénesis explosiva de ese sábado por la tarde, muchos quedaron fuera. Pero lejos de reclamaciones, el personal visitó animado la exposición paralela que el centro acoge, esperando ver en algún momento asomar la cabeza de un gorila femenino por las naves de matadero.
Aproveché para seguir con mi trabajo de campo y preguntar por los motivos por los cúales habían aguantado el chaparrón estoicamente.
Feminismo, afinidad con el movimiento, artistas, fans enloquecidos de las Rock Start de la performance, gentes del sector, gentes del no sector, niños, familias, casados y solteros. Cada cual tenía sus razones para estar ahí, pero lo que si estaba claro es que esa muestra era necesaria, interesante y justificada. Comprendí que la situación de Matadero en el ranking no era casual, ni ninguna tontería.
El Impresionismo más yankee,
que vistió a la capital durante meses con las muestras del Museo Thyssen y la Fundación
Mapfre, no desmerecían la inclusión de estos templos en la lista. Del Museo
legado del varón Thyssen me quedaría con la conjunción de obras del artista Whistler, autor de la obra “Madre del pintor” que añadía valor
infinito con su Seria Roja y con la
posibilidad de conocer el impresionismo más haya de nuestros ombligos
eurocentristas.
Uno dice Sorolla y no se imagina que casi no es capaz de contener el aliento
en la sala ante la muestra “Sorolla y
Estados Unidos” de la Fundación Mapfre,
cuando una luz que la naturaleza podría envidiar, inunda el espacio de la calle
Recoletos. Dos visitas más fueron necesarias para que me quedase a gusto. Pero
aunque era fácil acertar con Sorolla, la Fundación
Mapfre hizo una labor de excelencia cuando incluyó en su programa la
exposición dedicada al fotógrafo Albin
Landong Coburn, muestra menos mediática, pero que me hizo tomar conciencia
de la fotografía como una gran manifestación artística a la altura de la
pintura.
¿Pero que hay de todo ese movimiento cultural que ni se asoma de lejos por la lista? Nos referimos a ese que ni huele los presupuestos destinados a las instituciones que se desprenden en el estudio de Fundación Contemporánea.
Que no estén no significa que no existan. Su existencia mejora la posición de la capital en cuanto a temas culturales se refiere, ayudando a completar la oferta y diversificando el complejo entramado de este sector. Sus acciones contribuyen al embellecimiento de la ciudad, acercando al ciudadano el enriquecimiento que se desprende de todas las disciplinas que lo conforman.
Podríamos mencionar muchas, pero hoy nos quedamos con proyectos como los del colectivo La galería de Magdalena que se "apropian" del espacio urbano para entregarle a los ciudadanos lo que siempre ha sido suyo. Sirve así como escenario el subsuelo madrileño, donde en paradas de metro como las de Legazpi, se pintan murales con los mensajes de los viajeros que a diario atesoran historias ocurridas en el transporte público. #Teví (en el metro) inunda de mensajes la famosa estación, a la vez que promueve la participación ciudadana en la vida cultural a través de redes sociales como Twitter.
Visitar todas las instituciones
que se reflejan en la lista sería un arduo trabajo, pero a pesar de toda la
parafernalia que rodea a esta crisis eterna del país bajo la cual a veces nos
auspiciamos para no mejorar este sector, las controversias del famoso IVA cultural o los vaivenes de los
tejemanejes políticos, uno se queda satisfecho pensando que detrás de esa lista, a la cultura, en este caso, no le hace falta “operación biquini”.
....O ENFERMA?
¿Pero que hay de todo ese movimiento cultural que ni se asoma de lejos por la lista? Nos referimos a ese que ni huele los presupuestos destinados a las instituciones que se desprenden en el estudio de Fundación Contemporánea.
Que no estén no significa que no existan. Su existencia mejora la posición de la capital en cuanto a temas culturales se refiere, ayudando a completar la oferta y diversificando el complejo entramado de este sector. Sus acciones contribuyen al embellecimiento de la ciudad, acercando al ciudadano el enriquecimiento que se desprende de todas las disciplinas que lo conforman.
Podríamos mencionar muchas, pero hoy nos quedamos con proyectos como los del colectivo La galería de Magdalena que se "apropian" del espacio urbano para entregarle a los ciudadanos lo que siempre ha sido suyo. Sirve así como escenario el subsuelo madrileño, donde en paradas de metro como las de Legazpi, se pintan murales con los mensajes de los viajeros que a diario atesoran historias ocurridas en el transporte público. #Teví (en el metro) inunda de mensajes la famosa estación, a la vez que promueve la participación ciudadana en la vida cultural a través de redes sociales como Twitter.
....O ENFERMA?
Pero ahora viene la parte que no
se refleja en este tipo de listas y que por desgracia no deja que el cuento se
cierre con un “y comieron perdices”. Para eso será necesario hacer un observatorio de la No Cultura, o de las
prácticas que nada tienen que ver con su difusión y su calidad y que están al
servicio de otros intereses. También se podría crear otra lista paralela y me
da a mí que esta si podría ser interminable.
Hace unas semanas nos levantamos
con la noticia de la reapertura del Museo
Municipal de Arte Contemporáneo de la capital, ubicado en el histórico
cuartel de Conde Duque y no pude
evitar acordarme de otra reinauguración que tuvo lugar en Diciembre de 2014; la del Museo
Histórico de Madrid.
Reacomodar y adaptar el magnífico
edificio del antiguo Hospicio de San
Fernando ha costado 1,1 millones (según datos desprendidos del diario El
País) y su lavado de cara, de la mano del arquitecto Pablo Rodríguez Frade
(autor también de la renovación del Museo
Arqueológico Nacional, el cuál, por cierto, se refleja en el puesto número
15 del ranking) ha merecido la pena, sobre todo por la necesidad de conservar
esta joya arquitectónica capitalina. La
mejor conservación es siempre la reutilización del edificio. Hasta aquí
todo perfecto, a pesar de los 12 millones de euros gastados por el camino en un
proceso que ha durado, en total, dos décadas.
Museo de Historia Municipal. Madrid. |
La colección, interesante por
estar dedicada a documentar la vida e Historia de la capital desde sus orígenes,
se merecía un espacio, pero puede dar la impresión llegado el caso, de haber
metido la colección con calzador.
Cuando hablamos de millones de
euros para adecuar, restaurar y recuperar patrimonio, puede sonar a
despilfarro, pero sólo lo es cuando tal cantidad de dinero no va de la mano
de la inversión paralela vertida en
capital humano (esto es, en profesionales cualificados y suficientes para
mantener los servicios) y para la difusión de la colección.
Estas inversiones
chirriantes deben revertirse hacia el ciudadano en la calidad de los servicios
prestados, esta inversión hecha por el contribuyente debe ponerse a su servicio
y no caer en las garras de intereses especulativos o políticos, debe
justificarse, por tanto, la reapertura de un museo. No todo vale y no a cualquier precio
A este respecto, parece ser que
la mayor parte de los ciudadanos no se ha enterado ni si quiera que se ha
reabierto un museo en su ciudad. Para
ello, entre otras medidas, es necesaria la difusión de su colección a través de
los nuevos cauces de comunicación (parece ser que no existen cuentas activas en
las principales redes sociales, ni posee una web actualizada). Y no lo digo yo sola,
porque como se desprende de la entrevista en Nodo Cultura a Conxa Rodá, Directora de Estrategia Y comunicación del Museo Nacional de Arte de Catalunya,
“un
museo hoy en día no se puede permitir no estar en las redes . Menos aún si
se ha hecho tal desembolso público.
El conocimiento y la investigación, junto a
la difusión de las colecciones de los
museos debe ser la razón de ser de los mismos, no se entiende ya que un museo sea un ente muerto donde exhibir piezas
cual cachivache decorativo, pues el
público ya no es tan sólo el destinatario de su saber, si no participe activo y
creador de sus contenidos.
No existen además actividades
paralelas, ni talleres y las visitas guiadas que se publicitan en la web han
dejado de existir. Será que no hay
presupuesto. Eso es lo que trato de decir, que no es lo que molesta el olor
a naftalina decimonónica, pero que si el gasto asciende a unos cuantos millones
de euros, que menos que reservar una remesa a estos fines que consiga imprimirle
algo de vida.
Calco y recalco que soy la
primera feliz e interesada en la proliferación de museos cual setas en otoño,
pero tal vez un tufillo preelectoral y
especulativo se cierne sobre estas casas del arte, cuyo cometido no tiene nada
que ver con lo anteriormente citado.
¿De verdad es necesario la
apertura y reapertura de tanto museo? ¿Qué
opinarán los profesionales de otros museos que tienen que hacen malabares
con sus presupuestos y aguantar recortes
para sus actividades? Llamadme lunática, pero me da por
pensar en el estado de preelección que vive el país y me vienen a la memoria viejos ecos de la
arquitectura y el arte romano como auténticos
caballos de batalla propagandística al servicio del poder.
Y en este estado de cosas es
cuando se me va la vista al puesto número 4 del ranking: MÁLAGA. La gran ciudad del sur, que comienza a ser denominada como
la ciudad de los museos y que
aglutina grandes ejemplos como el Carmen
Thyssen Málaga, el Museo Picasso y el CAC, empieza a ser tema de
preocupación (o sospecha), pero en esta caso por la inminente apertura de dos
museos “foráneos” en semanas venideras.
Ranking extraído del Observatorio Cultural de Fundación Contemporánea 2014. |
El primero en despegar será el Centro Pompidou. Uno de los centros de
arte contemporáneo más prestigiosos del mundo se cuela en el sur español
siguiendo la estela de otros, como lo fue el caso de la apertura de la nueva sede del Louvre en Abu Dahbi. La filial del Museo de Paris estará a tiro de
playa para los guiris sedientos de
arte, muy integrado en el entorno y con una colección acorde con las influencias
francesas de la ciudad (perdonad de antemano el sarcasmo).
El nuevo Centro de Málaga abre
sus puertas con una frenética actividad
para su puesta a punto antes de las
elecciones municipales. Estas prisas han conseguido que en las últimas semanas el
presupuesto inicial se haya incrementado en un 48% , situándolo ya cerca de los
6,7 millones de euros, sin olvidar los 4,2 millones de euros que costará
anualmente su mantenimiento. Por no hablar de la escasa transparencia y el
secretismo en la contratación de personal cualificado, de lo cual la concejalía
de empleo de Málaga dice no tener constancia. Tampoco es nada desdeñable los 192.000 euros gastados hasta el momento en publicidad
institucional sobre el museo antes de que haya abierto sus puertas.
Pero no es la única franquicia que abrirá en la ciudad, que va
camino de convertirse en algo parecido a las cadenas de comida rápida de los
museos. Lo ruso no quiere quedarse atrás y se suma a esta tendencia. Cierto
es, que saber que Kandinsky, Chagall, Malevitch o Tatlin camparán a sus anchas por la Fábrica de Tabacos
de Málaga como sede del Museo Estatal de
Arte Ruso de San Petersburgo, encandila.
Pero las obras maestras no logran ocultar (del todo) las nuevas polémicas surgidas en relación a los contratos externos y a los dividendos que se les pagará a la agencia encargada de la organización de las dos primeras muestras que alcanzarán la cifra de más de 300.000 euros.
Muchas ceros, grandiosidad y polémica
para un museo que se justifica por la gran presencia rusa en la ciudad.
Para poner la guinda encontramos el caso del Museo Mundial de las gemas, curiosamente ubicado en la misma Fábrica
de Tabacos donde se abrirá la sede del museo ruso y tristemente conocido por
batir records. Dos fueran las horas que el museo permaneció abierto antes de
que la policía interviniese para su cierre por no poseer las licencias
pertinentes. Le faltaba la licencia de apertura. Ahí es nada. Empezar la casa
por el tejado, repartirse el pastel entre los de arriba y cuando se llega abajo
no se tiene ni para la llave de la puerta. 5.1 millones de euros , 4 visitantes y un
museo fantasma son las cifras para añadir a la penosa lista del boom de los
museos, que figurará como coladero de facturas y entramado societario.
Pero la enfermedad de la cultura
no sólo se extiende víricamente entre los museos. Proyectos como el del
Festival de Arte Urbano MAUS (Málaga
Arte Urbano Soho) se contagia de esta enfermedad sin vacuna. MAUS, se une al baile de cifras y sospechas durante
dos años consecutivos, siendo en 2013 adjudicado por asignación directa a la empresa del actual gerente del Centro de Arte
Contemporáneo municipal y abriendo en 2014 una más que sospechosa puerta
para la gestión del festival con la misma
empresa con la que el gerente gestiona el CAC
Málaga.
Mural realizado durante el MAUS. Málaga |
Pero no sólo el sur se ve salpicado por estas delicias. Pasada la frontera de Despeñaperros
encontramos curiosos casos como el Museo
de les Cultures del Món (Barcelona), dedicado albergar los tesoros de las
culturas milenarias del mundo. Curioso porque alberga una buena parte de la
colección que pertenecía al Museo
Etnográfico de la ciudad, que permanece cerrado por obras. Dos museos para
una colección. ¿Innecesario?. Habría que estudiarlo, pero otros 5.1 millones de
euros y la poca previsión para su mantenimiento auguran un difícil futuro.
Una lista más del despilfarro y la mala gestión, también en cultura.Del boom del ladrillo al del museo. ¿O acaso no es lo mismo llevado a cabo por los de siempre?.
Para más información sobre los datos desprendidos del estudio de Fundación Contemporánea: http://www.fundacioncontemporanea.com/wp-content/uploads/2012/10/ANALISIS_RESULTADOS_OBS_DICIEMBRE_2014.pdf